
A lo largo de todo el desarrollo evolutivo el juego tiene un lugar central para la construcción psíquica.
El disfrute que el juego brinda y en el compartir con otros niños ,se irán generando las bases para la socialización.
Hay un otro diferente que propone un juego distinto o que refleja algo de lo propio, con gestos o palabras se abre la comunicación, es aprender a compartir y poder modular las respuestas impulsivas, el aceptar reglas, y el que a veces se gana y otras se pierde.
Los juegos cambian con la edad pero su valor simbólico permanece.